viernes, 14 de septiembre de 2007

baklavas

siempre he tenido por cierto que no soy persona dulce ni de dulces, suelo tirar más a lo salao y a lo picante, a veces, incluso, me he dejado conquistar por el sabor amargo... sin ir más lejos, el café lo tomo sin leche y sin azúcar, y casi siempre con un par de cubitos de hielo.
imagino que las preferencias en cuanto a sabores, de alguna manera también, a veces, definen el carácter del que ingiere.
pero como también soy lunática y cambiante, he de reconocer que los baklavas, esos pastelitos dulces de hojaldre turcos, me conquistaron no hace mucho. son densos y recubiertos de una suerte de sirope de azahar, se comen deunbocao y mis favoritos -no podía ser de otra manera-, son los de pistacho (algo salao tenían que tener)
en la vida, al final, lo complicado está lleno de simplicidad, en nuestra mano está el que queramos tejer telas de araña para luego intentar desliarlas sin que se nos queden pegadas a los dedos.
al final, la leyenda que saco de éste ocaso de semana y amanecer del finde, es que aquí estamos de paso. y, si la vida son dos días, ¿p'a qué malgastar tu energía en comer por comer algo que no va contigo, y que para más inri luego te produce indigestión?
defiendo pues el derecho y el deber de, comamos lo que comamos, pensar siempre que después habrá que digerirlo. . seamos constructivos y dueños de nuestros apetitos teniendo presente que no siempre lo que nos alimenta nos destruye.

No hay comentarios: