martes, 19 de julio de 2011

entraña

a veces algo invisible se te agarra ahí dentro, muy dentro. y necesitas estar fuera de todo lo conocido, en un entorno ajeno y nuevo para tí para notar cómo ese hilo atado bien fuerte a tus entrañas te desequilibra, por fin, la balanza que con tantas defensas construiste. para qué o por qué no lo sabes. tan sólo sabes que quizá tu propia cobardía, el miedo a enfrentarte a la pureza de las cosas tal cuál son, sin adornos ni florituras, sin excusas, sin celofanes; es lo que te impide ver la esencia misma. a veces logras, por fin, acallar todas las voces externas, los estímulos indirectos; para que un sólo susurro de devuelva bruscamente una única respuesta a todas las dudas que calzabas. a veces sólo consiste en desear encontrar la verdad sobre todas las cosas y luchar fieramente para llevarla contigo en todo momento. para de una vez por todas, sentir cómo desde lo más profundo de tus entrañas recibes la señal: ésta vez solo hay un único movimiento posible. a veces, si escuchas atenta, puedes salir del jaque mate en el que te habías quedado bloqueada porque todo lo demás creías que te venía demasiado grande. nada más lejos de la realidad. dentro del infinito de uno mismo, en tus múltiples vías hasta llegar al centro mismo de tu corazón está la respuesta. solo hay que sacarlo de ahí, de la entraña.