domingo, 21 de octubre de 2007

un melocotón del 14

pues sí, resulta que en éste mundo en lo que todo está tasado y medido, hasta los melocotones van calibrados, como los revólveres. este finde he tenido el placer de comerme uno, y al cogerlo, mi pensamiento fue que tamaña pieza era comparable a un glúteo de deportista. nada menos que del calibre 14!
dejando atrás jugos y explosión de sabores, deciros que mi domingo ha sido grande. hemos disfrutado de un tardío y copioso desayuno, después, carretera y manta, con las bicis haciendo un 69 en la parte de atrás, nos hemos dirigido a ver el otoño. hemos avanzado kaemes de carretera hacia el norte, y cuando perdimos de vista la ciudad, paramos en la zona de horcajuelo de la sierra, montejo, la hiruela. solo con los nombres uno puede imaginar el maravilloso paisaje de árboles y las diferentes tonalidades de verdes, ocres y amarillos con las que, mientras nuestros pedales nos llevaban campo a través, nos hemos deleitado.
la luz en ésta época es increíble -a veces de frente nos deslumbra-, pero cuando uno consigue sortear los dardos solares, ha de reconocer que merece la pena el camino recorrido.

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