jueves, 16 de octubre de 2008

murfi_mursi

es como cuando agarrabas esos grandes volúmenes de tapas duras y tenías que encontrar a wally entre un millón de pequeños señores y señoras, entre un millón de detalles de colores, lunares y rayas; efectos que invitaban a perderte en los recovecos y abandonar tu propósito inicial: encontrar al tipejo ese de camiseta a rayas; pero a la inversa -de nuevo al verrés.- da igual qué día sea, la hora que marque tu troncomóvil o el reloj de la parada de bule de turno; siempre te encuentras con él. murfi, elgranmurfi. -o mursi, según pronunciación rasta o local.- siempre en cuarto creciente; media cabellera larga y cana, la otra media recortada. si le insistes con una sonrisa, igual agarra la guitarra y se marca un punteo. viene y va siempre sobre sus zapatos, patea y recorre, descubre mágicos lugares y los comparte contigo. en alguna ocasión, uno mira p'aotro lao cuando lo ve venir porque las últimas veces que conversasteis andaba revolvío y rallao. pero es un tipo genuino, sin un ápice de maquillaje. el primer punki de madrid es tal cual es: de alguna manera y si rascas su sensible piel, un genio; y como tal, incomprendido y solateras. a veces se finge loco, por aquello de tener algo que echarse a la boca. pero yo digo, una vez más, que la sombra de la duda es larga y frondosa...y que al final, lo que yo pienso es que los catalogados locos son los más cuerdos, los que se acercan más limpiamente a la realidad, como a través de los ojos de un niño. y que, a medida que nos vamos adentrando en el sistema, vamos perdiendo esa frescura, esa limpieza de corazón que hace que veamos las cosas tal cuál son, sin artificio ni ocultas intenciones. eso es lo que yo respiro en el barrio torcido, seguramente donde más locura estandarizada exista, donde más razón por metro cúbico se respire.

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