viernes, 24 de octubre de 2008

de asterisco a pompón



me gustas curva y llana, sin aristas a la vista. me gusta tu imperfección, tu caos lleno de vida y de color. me gusta también cuando te haces asterisco por dentro, llena de ángulos que tratas de limar; curvas cerradas de locura de rally, pisando el freno a 200 y haciendo una derrapada o trompo, a dos centímetros de la colisión. tu inseguridad y timidez se hacen leves, desde fuera pisas fuerte, morena, que paga el ayuntamiento; como oías de niña. me gustan tus conflictos y tu mala leche sin azúcar. me gusta que conectes cables infinitos de afectos sin afección; que te saltes semáforos en rojo y pases rozando otros guardabarros, sintiéndote parte de todo y en las afueras de nada. me gusta que desde tu espiral traces lazos de comprensión hacia las otras espirales; que te apoyes en la vida, tomando lo bueno y lo malo, sin temor y sin espectativas; para seguir tejiendo esa mantita de pachwok de lunares y de rayas, de olas encabronadas y en calma. me gusta tu soledad buscada y hallada; y, a veces me asusta tu dependencia emocional, esa que intentas ocultar bajo miles de artimañas. me gusta que necesites tanto y a la vez nada. tu debilidad y tu fortaleza; tu gordo corazón ampliando coordenadas. tu visión cúbica y pentágona de la vida. tu choque frontal, tu crecimiento.


me gusta que te veas en los ojos de los otros. que te metas de puntillas bajo sus pieles, resecas por el sol o hidratadas por el aceite. me gusta que disfrutes con el picante y la sal, que admires y saborees la dulzura del almíbar especiado; que pongas tus manos frías alrededor de una taza humeante, y que acurruques tus pinreles en otros calientes de estufa. me gustan tus ojos cuando chispean lágrimas o luces que acompañan una carcajada sonora; tu ilusión y tus ganas de ver sonrisas dibujadas, tu hambre voraz de sentimientos, tu coraje para afrontar cielos grises.




hoy salió un sol enorme sobre un cielo de un azul intenso de otoño. salí de casa de noche, crucé las calles vacías y sentí el viento frío del invierno que está a la vuelta de la esquina. me reconcilié con el mundo, arreglamos todos los cachivaches que cada uno llevaba en su pequeña mochila. remendé un 7 que se había formado y me alegré de seguir tomando y soltando el aire que respiro. !qué grande es la distancia acortada por la red!
..desde ésta pequeña colina veo un pueblo chiquito y coqueto a mis pies, en el que habitan seres especiales y especiados que me atan con más fuerza al cable que transito..
gracias a tod@s, cada un@ retratad@ en cada línea de éste post. hacéis que la vida sea un caleidoscopio mágico de formas y luces; de deformadas vistas a las que dan volúmen las sombras.

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