domingo, 10 de agosto de 2008

^indigo

indigo es el pigmento con el que no solo en chefchaouen encalan las paredes. aqui en jodhpur lo utilizan con la misma finalidad: ademas de embellecer las calles, ese color entre azul y lila que ti#e, protege de los insectos que por estos lugares atacan sin piedad. llegamos ayer a la noite y nos quedamos en un hotelito que guardaba el secreto de coquetas habitaciones pintadas en bellos colores; como no podia ser menos en esta zona, en la que mis pupilas andan sobrestimuladas y excitadas con tan variadas y maravillosas mezclas cromaticas... yo que siempre he amado toda la escala del arcoiris, que me considero exclava de todas las gamas del pantone, aqui casi me duele el parpadeo de mis ojos, para no perderme alguna nueva combinacion. a la ma#ana, despues de un copioso desayuno en la terraza acompa#ados de ardillas nerviosas y juguetonas, salimos y pateamos atravesando el pueblo para llegar al fuerte, increible construccion desde la que se tiene una panoramica alucinante de los alrededores. anduvimos y disfrutamos callejeando entre mercados, saboreando los mil rincones en los que habitan distintos gremios: las especias, las telas, los que trabajan la madera, el metal.....como me gusta y como disfruto, y que lastima que en nuestra sociedad casi casi hemos perdido ya los oficios, la artesania, lo que antes se hacia con las manos y se transmitia de generacion en generacion; y que hemos sustituido por una mentalidad de usar y tirar, de fabrica en serie. s.l. sharma nos leyo la mano, primero alrubio, despues a lamoi, y de verdad que me quede totalmente impresionada cuando tanto en un caso como en otro, acerto tanto en personalidad y caracteres como en intereses....siempre he sido esceptica con estos temas, pero hoy me he quedado a cuadros, eso si, de mil colores. nos descalzamos y nos ti#eron la frente con tikka roja, y nos dieron en una cuchara peque#a agua santa o bendita, o vaya ud a saber, que pese a posibles virus, sorbi y luego extendi por mi pelo, tal y como hacian los locales. despues cenamos en una casa azul, en la que unas escaleras altisimas y empinadas de piedra, nos condujo a una azotea lindisima, y bajo un techo de ca#amo y con la ciudad azul a nuestros pies, conversando con la familia, riendonos con los ni#os que aprovechando el fresco de la tarde jugaban en las azoteas, tomamos una horrible cerveza de bella etiqueta con un martin pescador tatuado, y una deliciosa cena con distintos panes del tipo pita. ma#ana tomamos el primer tren hacia ajmer, y de ahi a pushkar, ciudad santa a la que estamos deseando arribar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué jueve metal! No tenía ni idea de que andabas por esos lares! Qué suerte!! Sigue así, exprimiendo cada minuto.

Un beso,

Martrix