de stupa y facientes

monte arriba trepabamos elrubio et lamoi ayer. salimos prontito de casa y despues de un desayuno tranquilo en el hungry feel; botella de agua en mano, nos dirigiamos, por la ruta pintoresca a la pagoda de la paz mundial. entre las nubes, rayos como dardos golpeaban nuestras pieles aun bajo la sombra de un paraguas color arcoiris que portaba elrubio. y dale y sube, y trepa y sortea. y la botellita cada vez mas vacia de agua, y nuestras pieles cada vez mas pobladas de gotas de sudor. en una de las paradas: alarma! en nuestras botas serpentean docenas de laeches, malditas sanguijuelas que buscan chuparnos la sangre. seguimos subiendo y perdemos la pista, atravesamos cual cabras montesas la revelde foresta, destrozando a nuestro paso las miles de telas de ara#a que cuelgan por delante. cuando por fin alcanzamos nuestra meta, un par de sillas de plastico nos esperan para que nos desabrochemos el calzado y nos remanguemos los calcetines, a ver si los gusanos consiguieron pasar las barreras. en mi caso sin problema, llevaba unos calcetos de pipi calzaslargas y los bichos no encontraron la ruta a mi piel; pero el pobre rubio esta lleno de malditas sanguijuelas chupandole la sangre. se toma una cocacola de un sorbo, y cuando de nuevo vestimos nuestros pinreles, se nos acerca un abuelete, oriundo de la zona, que nos acompa#a a ver la pagoda y nos cambia una bolsita de verde contenido por unos pocos billetes. desde arriba se tiene una vista completa del valle. los anapurnas escondidos entre las nubes, pero aunque asi sea, siempre merece la pena una subida para disfrutar de una buena panoramica.