de benares a gorakpur no hubo problema, hicimos noche en el tren para llegar a primera hora de la matina a una ciudad que dista 1hora y media de bus de la frontera con nepal. agotados, exhaustos y acalorados no teniamos otra cosa en la mente que cruzar lo antes posible. india ha sido demasiado. demasiados olores, demasiados sabores, demasiadas bocinas y voces que te increpan sin cesar. aun tengo india centrifugando en mi interior. se que pasados unos dias y posadas las vivencias el balance sera positivo, pero en este instante, creo que hay que estar fuerte mentalmente para adentrarse en india. quiza haya sido que en muy poco tiempo hemos recorrido mucho, quiza lo hayamos concentrado en demasia, el caso es que necesitabamos -por nuestra salud mental- un respiro.
de un salto cruzamos la frontera, the border line, asombrosamente facil. despues de valorar -estresados aun- las opciones que se nos presentaban, acabamos en lumbini, donde, una vez acoplados en un lindisimo guest house, despues de una reparadora y justa y merecida ducha con agua que, milagro!, salia por una ducha sobre nuestras cabezas, y no a traves de un ca#o a la altura del ombligo, cogimos unas bicis y nos regalamos un maravilloso paseo por la zona de los templos, disfrutando del paisaje y, por primera vez en tantos dias, del silencio.
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