miércoles, 9 de julio de 2008

kalachakra


voy preparándome para mi próximo viaje. en unos días espero estar rumbo a oriente, ésta vez la idea es llegar a delhi y desde allí moverme hacia nepal, algo parecido a lo que está haciendo ahora la chingaíta. mientras, alimento las ganas documentándome, abonando el terreno para que los días que esté por esas latitudes todo lo que viva me cale hasta los huesos. ayer, por casualidad, dentro de las dos pelis que mi abono de ficciones de cine me permite coger, la elección del otro espectador -quizá animándome y/o influenciado por el entusiasmo que mis palabras expresan cuando le cuento mis progresos en kundalini- fue de éste documental .
cuando el airecito empezó a correr por el pasillo de mi hogar, animado por las ventanas que abro estratégicamente para que fluya en corriente, apagué luces, no encendí ningún cigarrillo de esos que suelo liarme, y permanecí en la penumbra, entre las sombras cálidas robadas a la calle, escuchando mi respiración, tumbada sobre mis sábanas blancas que huelen a verano. me sentí satisfecha y preparada para éste viaje. cada vez necesito menos cosas...y entonces recuerdo la última frase del documental: "como símbolo de la no permanencia de todas las cosas creadas, la arena del mandala se mezcla con el río uniéndose al mundo como una bendición. dispersa la arena del mandala, uno aún sigue allí como metáfora del concepto budista del vacío que protege a nadie frente a lo que queda de la multitud"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

q bien q bien q bien

Anónimo dijo...

linda, cuándo te vas? qué suerte, de mis dos años de vuelta y revuelta por el mundo, Nepal es uno de los preferidos, de los sitios a los que conseguí volver y a los que volvería siempre. seguro que tienes mucha info, pero si quieres algo, aquí ando yo y mis circunstancias. trillones de besos.