dearañazosyronroneos

me había acostado ronroneando y me levanté arisca, llena ansiedad por esos deberes incumplidos que me impongo; arisca conmigo misma una vez más por echar un pulso con mi mente. menos mal que he compensado las pocas horas dedicadas al sueño con mis tres cuartos de hora de reencuentro con el agua, si no fuera por éstas brazadas matutinas, no sé en qué estado llegaría a éstas horas del día. me he escapado de la ofi en busca de una frutería y me he encontrado con una macro tienda de productos asiáticos a tiro de piedra de mi currele, lo cual me va bien para esas excursiones en las que me gusta satisfacer la curiosidad comprando algún producto para cocinar con nuevos sabores. han cerrado la que había al lado de los renoir de cuatro caminos, así que me ha hecho feliz mi pequeño descubrimiento. después, como todos los lunes, como todos los miércoles, he apaciguado mi espíritu estirando mi cuerpo a ritmo de aire que entra y sale de mis pulmones, posando los pensamientos, intentando llenarme de vacío. he llegado a casa y me la he encontrado limplia como una patena, y me he ido a comprar fruta y verdura fresca. me he hecho una cura de salud, arcilla en la piel y vitaminas en mi cuerpo. y ahora, a ésta hora, vuelvo a ronronear. recién duchadita me dispongo a montarme en mi bici que vuela, que me lleva a otros lugares que se encuentran a 15minutos de alegre pedal. allá voy de nuevo, al barrio torcido a cambiar palabras, a llenarme de músicas de otros lugares.