lunes, 19 de mayo de 2008

volavérunt

un día una conversación por móvil duró lo mismo que tardé en tomarme un cuarto de kilo de fresas, fresón a fresón en tres bocaos.
acudí a una terraza a tomar unas cañas y acabé en un lugar insonorizado con música en vivo, que al día siguiente no supe localizar.
otro día soñé que dormía, y en mi sueño desperté de un bote, sobre mí un samurai blandía su daga y gritaba con ojos borrachos de luna.
ésta mañana me dí cuenta de que el reloj de la cocina camina al revés,
como si de pronto hubiera saltado por un túnel serpenteante siguiendo al conejillo del sombrero de copa,
las agujas se han cansado de rotar hacia la derecha
y como en otro hemisferio el agua gira al otro sentido,
en mi reloj los minutos se restan a las horas.
de repente estoy en el país de las maravillas
realidades borrosas teñidas de sueños
pinceladas de la realidad más nítida que jamás imaginé.
hoy reafirmo
quiero seguir viajando
con o sin compadre de viajes
sin líos raros
sin malos rollos
fluyendo_volando

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