domingo, 4 de mayo de 2008

la mala pata

el puente se descolgó sin más, con sus rayitos de sol mal puestos bajo un cielo de nubes altas, blanquecinas. para qué hacer planes, si al final las casualidades te llevan a plazas en las que no te habías fijado hasta el momento en que saboreaste en un vasito plástico una cervecita espumosa y fresquita con amigos de otros lugares que te contaban otras realidades tan lejanas a tí. a salto de mata transcurre el tiempo. abrazada a la juerga, tu cuerpo baila a contra luz y tu mente divaga para otra vez no tener que enfrentarse a proyectos trazados de antemano. y entre risas y pupilas vidriosas te pierdes. pierdes tu identidad, tus llaves de casa y hasta un pintalabios rojo que aún no sabes por qué razón guardabas en el marsupio. quizá fuera una señal, un toque de atención del destino, gritándote que infringías de nuevo un límite de velocidad que te habías impuesto, y que te llevaría a sitios de los que querías escapar. pese a esta reflexión, he de decir que me siento acunada, arropada por mi gente. y que en mi mente quedan grabadas tus pestañas negras y rizadas; tus rastas finitas, tus ojos a lunares, y aquella limpia y verde esmeralda sonrisa que dibujan tus pupilas cuando me miran. gracias amigos, mi mala pata me hace tropezar con vuestros buenos sentimientos...si ya lo dije yo hace algún tiempo; mi mala suerte es mi talismán, mi pena es mi risa, y las contrariedades, muelles que me ayudan a saltar muros de cemento armado.

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