lunes, 28 de abril de 2008

todo tiene su final

1 comentario:

SanSIM dijo...

Parece mentira que con los años que tengo me encuentro aprendiendo algo que la mayoría de la gente ya aprendió en tiempos mozos; a asimilar que en la vida a veces hay que tomar decisiones que van en contra de nuestros sentimientos y que por mucho que nos duela, la vida no es la calle de la golosina.
Sabina estaría feliz de escribir una canción contando que la conoció y describiéndola con su poesía moderna. No pierdo un tesoro, pierdo El Tesoro. El perfume de mi vida. Mi mitad. La que siempre me correspondió. Nunca sentí con otra persona esa sensación de ser solo uno. Se me rasga la garganta, que es puerta del alma.
Pero no se puede vivir solo de sentimientos y tengo que empezar a tomar decisiones guiado por mi cabeza y no por mis sentimientos. Mi cabeza tiene en cuenta mis sentimientos, pero también tiene en cuenta otras cosas. Para mi cabeza el dolor es aceptable en pro de un bien mayor, a pesar de la natural aversión al concepto. Pero los sentimientos no son racionales, vienen del cerebro primitivo. Las instrucciones lo dicen muy claro.
All you need is love. Love is all you need.
¿Pero una vez que lo tienes?, ¿de qué vives el resto? Es una droga sin la que no puedes vivir. Es una droga sin la que no quieres vivir. Cuando estas enganchado, lo demás pierde importancia. Vas por la vida como un zombi, con los ojos vidriosos, no piensas en otra cosa cuando te falta, la vida te sabe sosa. Me tengo que desenganchar y tomar las riendas de mi vida. Solo es una, muy corta y ¡hay tantas cosas por ver y aprender ahí fuera! ¿Tiene que ser solo?
¡Mierda de vida!
¡Hasta el infinito y más allá!