domingo, 27 de abril de 2008

hierba

éstos días; cuando doblaba el mismo recodo de calle paralela a orense que, como cada mañana, me lleva hacia una perpendicular donde siempre hay lío de madres y padres dejando a sus chavales a las puertas del cole; me venían a borbotones los recuerdos en tropel. hay un pequeño jardín que entre finales de enero y mediados de febrero huele a abono; para que, en ésta época; el perfume de la hierba recién regada en la mañana se te meta en las entrañas. el olor a tierra mojada, a lluvia que cae, a tiempo que quedó detenido en una esquina de mi memoria. el olor de tu boca cuando por sorpresa me regala un beso robado, el olor de ropa tendida al sol y la brisa del medio día, a noches sin fin y a amaneceres de verano después de la parranda escuchando como se saludan los bichos; el cantar de los gorriones dandose los buenos días. y sé que dentro de unos años, cuando aún nos olamos mientras intercambiemos monólogos interesantes o diálogos absurdos, seguiré atesorando, como el personaje de el perfume, esos olores de tiempos compartidos, y tal vez, al pasar por una plaza no pueda evitar que mis ojos miren hacia arriba y una sonrisa ilumine mis recuerdos.

No hay comentarios: