adiós al abrigo de peso de negro luto, hasta luego a los nubarrones que empañan los sentimientos. hasta nunca la tristeza, la melancolía y la pena. os dejo ahí apolillaros. yo parto. tengo una cita con la primavera.
vamos por la calle y nos miramos unos a otros. se ven los primeros tirantes y las piernas sin medias. las terrazas empiezan a invadir las aceras, la calle vibra y resuena, la cervecita asoma. la tafi está más inquieta, le dan ataques locos de carreras con cabriolas. las cosas en mi frontera empiezan a enderezarse. abedul se transformó en soldador, goñiética se ríe y adivina el orden en la caja de bombones. el getafe ha empatado con el bayern de munich, y yo, que sigo sin ser futbolera, he saltado mientras en el último minuto un hábil jugador encontró el ángulo perfecto y nada se interpuso entre la red y la pelota. los chicos parten a las motos, la wapi se pone buena. las cuestarriba traen al final una recta, o un gran paisaje en el que sumergirse; o la posibilidad de descansar los pedales dejándose llevar pendiente abajo. es lo bueno que tienen las pequeñas conquistas. t o d o v a a s a l i r b i e n . n o s l o m e r e c e m o s .
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