berlín.
tocamos 3 ciudades que nos acercaron y nos alejaron de ti. llegamos a la noche iluminada, de rojos y naranjas, de amarillos y azules. aproximadamente 120 horas después de la expedición, de las cuales tan solo creo gastadas en sueño un 20%, veo las imágenes que mi máquina ha captado, oigo las conversaciones que he mantenido con conocidos y recién presentados. saboreo las cervezas, exhalo humos, siento el ácido del limón después de los tequilas y el calor del vodka que bebimos en la fiesta de cumpleaños en el gorki, un restaurante ruso donde un amigo de laprimalari celebraba su cumple. noto en mis labios el sabor al curry de las currywurst de los puestos de la calle, siento el viento frío y veo la nieve del copón que pinta a lunares nuestros abrigos. camino por la calle volando tras un perro ¡¡gauSSSS!!, unto panes de mil tipos con mantequilla y tres pares de pies trotan por entre pintadas, la ciudad tatuada. noto las semillas de las frutas del bosque de los desayunos, percibo el polvo que sale de los escalones de una casa recién salida de good bye lenin mientras bajamos una tele, una mesa de ikea y otros bártulos de casa de txabi hasta el k verde, para llevarlos a casa de primotarantinolari, y casi piñarme bien piñada por la locura de dalton, que pensaba que era el momento de reunirse con su amo.
me he dejado unas cosillas que hacer, que ver, para volver y probar qué tal se circula a dos ruedas entre los raíles de los tranvías.
>>>>>>>mira por el otro lado del agujerito la misma ciudad..<<<<<<<
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