jueves, 29 de enero de 2009

líneas

tomé entre mis manos las tuyas. mucho más grandes, mucho más oscuras. volteé las palmas, y en ellas tus huellas eran surcos arados en un campo, eran cabos de amarre de un barquito de vela. el fuego y el viento no pueden tocarse, pero uno impulsa al otro mientras recibe su calor. bien dirigido, el aire aviva la hoguera, mantiene las brasas y hace que el fuego baile.
tu destino estaba escrito: cuando aún conducías tu camión, ayudaste a un amigo de un amigo a hacer una mudanza. cuando ya había sido todo descargado, se te acercó un anciano a pedirte una moneda. cuando tus manos depositaron la moneda en las suyas, él también volteó tus dedos; y comenzó a leerte entre líneas: irías a europa, cuidarías de tu madre en la distancia, lo pasarías mal, pero como recompensa conseguirías finalmente estar bien. el viernes murió tu madre. hacía tres años que no la veías. me contabas ésta y otras muchas historias mientras tus curvas pestañas esquivaban alguna lágrima que conseguía escapar; mientras tus labios, recordando, esbozaban sonrisas de niño. yo, lo único que podía hacer, era llenarme de ese momento, empaparme de esa esencia; y, por un momento sentir cómo la corriente hacía bailar la llama; como una vela encendida a merced de la brisa de la noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es el post mas bonito y emotivo que he leido en tiempo... (aunque lamentablemente solo lo tragico deje cicatrices imposibles de borrar)
vaya desde la lejana camboya mi abrazo mas tierno y sincero a ese gran luchador de ojos grandes y despiertos; mi alma estara siempre con quien detras de una punyalada encuentra una sonrisa.
aupa... y fuerza.
nos veremos pronto; llevare un clavel en la solapa y una ristra de sardinas bajo el brazo.