viernes, 8 de febrero de 2008

sincronizados

hoy he hecho aún más kaemes que cualquier otro día, ya que al salir de yoga, me dí cuenta que no tenía el troncomóvil, y que me lo había dejado en la ofi. hacer el camino de ida y vuelta a una hora tan distinta a la que lo hago siempre, me ha dado otra perspectiva del camino. me ha molado, y he recuperado el maldito telefonema, que era de lo que se trataba. después, llegada de nuevo a casa y dejar la bici. camino hacia el reti a recojer el minimö, que andaba de nuevo de reparaciones diversas. el reti estaba inmenso, luz de atardecer de madrid. infinitos tonos rojizos y esos árboles tan gigantescos. hacía tiempo que no conducía el bugati con alegría, y me ha encantado disfrutar de la vuelta a casa. después de malaparcarlo en zonazul -mañana me tocará cambiarlo de plaza a primera hora-, de nuevo bici en ristre, con un nuevo invento: he acoplado el frontal al manillar delantero. pongo la luz intermitente, espero que así se me vea mejor. bastante me juego ya el pellejo. piscineando cual delfina he pasado mis tres cuartitos de hora de rigor, y después, contestando a una llamada, he acudido a casasukoefemérides, donde he degustado riquísimas viandas a corde con el nivel de los anfitriones.
en algún entreacto de todo lo narrado en párrafos anteriores, una amiga me ha contado que está embarazada de su segundo churumbel, y que otra pentadama parece que también tiene que comunicarnos una muy esperada noticia. y venía pensando yo en todas éstas cosas, y la suerte que tenía, porque cuando todos éstos enanos sean grandes, en algún momento les podré contar lo muy deseados que fueron por sus padres. menudo regalo!
así que cuando volvía a casa pedaleando por la calle serrano, con todos los semáforos sincronizados y en verde para mí, ví en una parada de autobús que eran las 00:11, y me sorprendí sonriendo y sintiéndome feliz.

No hay comentarios: