domingo, 18 de septiembre de 2011

sunia


es difícil nadar en éste mar. no está pausado, no es estático, y noto las, a veces frías y otras cálidas corrientes. voy poco a poco, y por cada paso hacia delante, cada brazada perfecta que consigue surcar suavemente la superficie del agua, titubeo y a veces hasta retrocedo. ya no me encabrono y peleo contra los elementos; permito que suceda, surfeo las olas. puedo sentir todas las sensaciones, mi cuerpo dibuja ese ocho tumbado infinito. y me conecto. contigo, con el otro, con las plantas y los bichos. somos uno, eso es cierto. no hay fronteras para el alma cuando escuchas el silencio.

***

pero después de ese silencio buscado y logrado, sales de la burbuja y todos son ruidos. has de buscar tu propio ritmo entre tanto sonido discordante. hoy el día amaneció frío. y con el principio tímido del otoño, sigo sintiendo mi piel; sigue aún de gallina. los pelos como escarpias, como antenas captando las luces y las sombras. acallas las voces pero ese eco sigue ahí. como un martilleo incesante. aún tengo que incorporarlo y sacar un sonido base para toda la melodía. sigo respirando y rellenando minutos. tic tac tic tac. las horas del día hacen que su luz cambie, se haga más diagonal. corta los relieves. y yo sigo en mis mareas, con las idas y venidas. hoy vuelve a ser el principio. la casilla de salida está pulida y brillante. miro los dados y los guardo en mi mano izquierda. agito las manos y los lanzo al tablero.

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