lunes, 4 de mayo de 2009

puenting tarantino sobre el río quain

o cómo empezar el lunes después de tanto ajetreo:
el final de mi dieta detox llegó, y con él un desparrame incontrolado de me atiborro de tó lo prohibido. y a ésta hora, un ardor brutal en la boca del estómago y la certeza de que me ha gustado cuidarme y limpiarme durante estos 40 días y que voy a seguir haciéndolo; pero también que para mí, es necesario el ying vs yang, la cara contra la cruz, lo blanco frente a lo negro. es necesaria una tensión para pelear como en un balancín por un momento de equilibrio, para que las cosas merezcan la pena y tengan un sentido, a mí me funciona tener tensa la goma.
así que sigo fiel a un "lo que me alimenta me destruye", o a un "ten cuidado con lo que pides..que lo vas a conseguir"; sí. siguen vigentes a día de hoy.
viernes de aeropuerto, de solución de crisis de nervios en el hospi y de final de "secuestro sin rescate" de unos paters más que hartos de que les traten como tontos. cenote con le marquís alias pezones brutales; las nenas cada vez más grandes, y las nuevas parejas que forma la primavera. risas y revasada la media noche, copa de plástico en mano recojo lo que quedó en los lavapieses y retorno risueña al hogar. sábado de visita en los dominios de mongolín, de cervezas a miles enfriadas en el río, de humos y risas y de helados de frambuesa caseros. de casa que huele a pino, de anfitriones artesanos y tan auténticos como hace tantos años ya. sábado de cacheo y pedida de papeles en la plazuela torcida lavapiesera, de cortada de rollo de los malos en una noite clara y luminosa, llena de notas musicales y de voces negras a ritmo de reagge. de vuelta al hogar nos metemos en el bar que siempre pasamos de largo, en el que el chico de la puerta nos saluda con un 'hombre, pensé que nunca entraríais..' y que acabamos chapando abrazados a sendos botellines cerveceros. domingo de restructuración y refuerzo cervecil, de reti y tumbing, de retorno al aeropuerto y de pasarme de largo, saltarme la casilla de salida y virar en torrejón, qué ardor!

No hay comentarios: