jueves, 12 de marzo de 2009

nopido+

q seguir sintiendo como el sol va calentando los poros de mi piel; cómo mis oídos son acunados por el son de la percusión que hace que vibre por dentro y baile por fuera. que mis ojos sigan deleitándose observando la multitud y la variedad de personajes un día cualquiera en el reti. eso pensaba el domingo, una vez regresé del aeropuerto y me deshice del buga y de las llaves que no me pertenecían. sigo_seguía revuelta, en este estado q no me abandona, y al que a veces me abandono. marejada y estado de la mar rizada, a veces de tanto se convierte en rasta. el problema es darle tantas vueltas a la rosca. el problema es que el surco, los rieles por donde cierra y abre el tapón, acaban deteriorándose. y lejos de enroscarse se pasa la rosca. lanzo vengalas y fuegos artificiales, pero me encuentro en un desierto donde solo escucho el eco de mis propios pensamientos; y el miedo a volverme loca me paraliza, y cuando me doy cuenta reacciono; como mordido mi culo por una sanguijuela, salto y corro huyendo de las voces que crecen en mi mente. y de nuevo respiro, tomo aire en cinco tiempos, retengo y suelto en siete tiempos. para detener el vendaval. para pausar las hojas que, como en una película del oeste, forman enormes pompones dentro de mi cabeza.
swaii. swaii..
dejando que el sol acaricie mi piel.....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te echaba un polvo pero ya.

pepita pulgarcita dijo...

¡que nóoo piterpáaan,
que los polvos los echaba campanilla!!!