jueves, 25 de septiembre de 2008

historias

..hay tantas y tan interesantes....
...para que salgamos de nuestro micro-yo
y le demos perspectiva a las cosas
para que nos alegremos de nuestra suerte
y aprendamos de otras suertes...
miércoles 24 de septiembre de 2008

Perfil de heroínas

Ivone

Bissau, 22 de septiembre.
Después de tres días de convivencia con las seglares consagradas de Instituto Secular Compañía Misioneras del Corazón de Jesús en la escuela residencial Sau Paulo de Bissau, nos despedimos con un nudo en la garganta intentando disimular con risas nuestra emoción.Como ya adelanté en el anterior escrito titulado” En Bissau”. M. Teresa, una seglar secular portuguesa de Madeira, se encariñó con nosotros cuando estábamos interneando en la misión católica de Bissau y nos invitó a comer. Nada más llegar, nuestra sintonía con el resto de las seglares fue instantánea. Una chilena llamada Cecilia, que actualmente tiene fracturada la pierna y está escayolada llevando su “baja” con la pata en alto y en la oficina apuntando las matrículas escolares de este curso. Teresa, a parte de sus quehaceres profesionales, hace un poco de asistente de Cecilia: le lleva la comida, hace las compras,... con sus 72 años lleva más de cuarenta años trabajando de seglar secular por el África portuguesa e Italia. Es pequeñita y parece una inquieta joven muy cuidada de aspecto, más se asemeja a una italiana que a una portuguesa, te transmite mucha afabilidad y pronto te encariñas con ella. Cecilia lleva la situación con la mejor de sus sonrisas, que suelen convertirse en sanas carcajadas; es más joven, 47 años, y tiene mucho camino recorrido por diferentes misiones brasileñas y africanas. Es una de las fundadoras de la actual comunidad, además de ser muy polifacética. Es profesora de música en la escuela a parte de su trabajo de catequesis y otras obligaciones propias de su rango, y, en los ratos de ocio, se dedica a teñir de estéticos colores camisas o camisetas defectuosas, a mí me regaló una. También hay otra seglar africana llamada Antonieta que estaba ausente y empezó an las actividades religiosas con Ivonne de la que hablaré más adelante, pero de la que cuentan maravillas: se cuentan por cientos los niños que tiene apadrinados por la zona. Conviven con ellas dos chicas jóvenes, una adolescente de 14 años y una de unos 18 años. Ayudan en las labores domésticas y les controlan, como una familia, sus estudios pues se niegan a volver con sus padres.La que más sorprende de todas es la seglar Ivonne, una africana nacida en Bissau y afectada de parálisis en la pierna derecha debido a una inyección mal puesta cuando sólo tenía 4 años. Con 38 años, parece ser una persona que nunca ha perdido el tiempo, toda su vida la ha dedicado a prepararse y a trabajar para ser autosuficiente. La espalda la tiene torcida, se apoya en la pierna izquierda con bastones dejando pendular la derecha. Es lo que yo llamo una persona adaptada a las circunstancias, una persona muy valiente y segura de sí misma, que no conoce la amargura. Las infinitas barreras que la sociedad pone, tanto para los jóvenes como para los discapacitados, ella se las salta literalmente como un gato. Sus fuertes brazos y equilibrio le hace subir y bajar cualquier obstáculo, aunque no tenga puntos de apoyo que le eviten la caída.Es la tercera de seis hermanos biológicos en una familia donde los padres eran católicos. Su padre era una especie de técnico en puentes de carreteras y su madre planchaba y lavaba en casas ajenas. Se ocupaba mucho de Ivonne: le pagaba la asistencia a una escuela privada donde tenía que llevar el banquito de sentarse en la cabeza, para estudiar preescolar, además de practicarle terapias que los curanderos de la zona le aconsejaban; la que peor recuerda es aquella que consistía en permanecer tapada con arena hasta la cintura dentro de un hoyo todo el día con sólo 5 años; dice que no paraba de llorar. Se puede decir que no eran muy pobres, pero tampoco ricos. Cuando se separaron sus padres (a los 6 años de Ivonne), todos los hermanos se fueron a vivir con la madre que se ganaba la vida como podía, pues su padre se emparejó con otra mujer y tuvo otro hijo. Ella, entonces, se fue a vivir a una ciudad a pocos kilómetros de Bissau donde le operaron de las piernas y estuvo sometida a una terapia de elctroacupuntura con un médico chino. Tenía 6 años y vivía con una tía muy estricta que le enseño disciplina y responsabilidad. Empezó primaria en la escuela pública de ese pueblo, hasta 5ª clase (12 años).Cuando tenía 13 años su padre se suicidó. No obstante, ella siguió estudiando, esta vez en Bissau y en la escuela pública: desde 6ª clase a la 10ª, y la 11ª en el Liceo Joao XXIII de Bissau hasta 1993. En el 2005 entró en la Universidad de Económicas de Bissau donde estudia 3er año. Problemas que se encuentra: de infraestructura, de absentismo e incompetencia del profesorado y de ausencia de políticas para suprimir las barreras arquitectónicas.Mientras tanto y, desde los 13 años, su búsqueda religiosa no ha cesado: Cuando volvió a Bissau comenzó a frecuentar la parroquia de N.Señora de Fátima del barrio donde habitaba con su madre y hermanos y que, entonces, era una pequeña comunidad. Iba a misa cada día y participaba en los encuentros vocacionales. En uno de esos encuentros, el párroco italiano Dionisio Ferraro reunía grupos vocacionales de jóvenes todos los sábados. Ella participaba siempre. El padre un día le preguntó si quería ser monja y ella respondió que no deseaba ni los hábitos, ni la reclusión en un convento. Reunió a 5 jóvenes y les comenzó a hablar de la otra opción que es la consagración laical. Tuvieron un año de preparación con el padre y se pusieron a vivir en una casa que él alquiló para que ellas vivieran e hicieran labor pastoral trabajando en: la alfabetización, en la escuela primaria, con grupos de catequesis, dando clases de costura, ayudando a misa al padre... En 1997 conoció a la Compañía Misionaria del Sagrado Corazón en Bissau a través de una doctora italiana. Empezaron una formación a distancia de consagración (Italia-Bissau).El padre Dionisio Ferraro de Pime (Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras) fundó el centro donde actualmente vive y trabaja con las otras seglares ya nombradas: la Escola y Residencia S.Paulo de Bissau.Fue consagrada en el Instituto Secular Compañía Misioneras del Corazón de Jesús hace 4 años, el próximo año tendrá la última renovación y se confirmará en los votos definitivos (castidad, pobreza y obediencia, aunque sin vestirse de religiosa). Fue profesora en la escuela de primaria de S. Pau (religión y moral,.. y fue una de las primeras alfabetizadoras (responsable del curso de adultos) de la escuela S.Paulo de Bissau.Actualmente,¿cuál es su cometido en dicha residencia-escuela?:- Es responsable de la catequesis de la Comunidad de S. Paulo. Comunidad periférica de la Parroquia de S.Joao Batista de Brá.- Es responsable del taller de costura de promoción femenina y jóvenes masculinos.- Forma parte del consejo pastoral de la comunidad de S.Paulo.- Es madrina bautismal y guía espiritual y moral de los jóvenes bautizados.- Tiene responsabilidad en la pastoral universitaria.- Forma parte de la comisión pastoral universitaria.- Colabora en la radio Sol Mansi (amanecer) una radio comunitaria católica, en un programa de promoción de la mujer semanal.- Estudia 3er año de Economía en la Universiad Amilcal Cabral de Bissau.- Y ha constituido una coral, pues tiene una voz espectacular y toca el djambé como nadie. En las misas es el alma musical.En su intensísima vida profesional también tiene tiempo de confeccionar los babis de los niños de la escuela S.Paulo y de salir con los amigos de la universidad. Le pregunto, si no conduces, ¿cómo te mueves? En el microbús urbano (para mí imposible de acceder) o la hermana Teresa le lleva y le trae cada día a las clases de la Universidad en el Toyota de la comunidad. Yo le comenté que existían unas motos de cuatro ruedas a todo terreno llamadas quads, ideales para personas como ella. Además se pueden conducir sólo con las manos y no son demasiado baratos. Si se pudiera conseguir una partida de estos vehículos para las muchas Ivones que hay en África, su potencial de actividad y capacidad podría dar rienda suelta como las ruedas dentadas de los quads. Ningún obstáculo les pararía. Sólo falta la voluntad económica, formación, herramientas y recambios para aprender a repararlos.El caso de Ivone es un ejemplo que puede animar a otras personas como ella y que no han podido promocionarse porque la familia y la sociedad les ha condenado al ostracismo.En África hay y puede seguir habiendo más Ivones.

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