sábado, 1 de diciembre de 2007

azimut


para mí está más que claro que la cabra tira p'al monte, sí o sí. una jornada de 4horazas de pateo olisqueando jaras y demás hierbas silvestres pendiente arriba hacen que luego ese bocata y esas cañas te sepan como el mejor de los banquetes, sobre todo cuando, una vez en la cima te fijaste en esas nubes que traía el viento, cargaditas de agua. ellas te han avisado y tú las has oído, y te han esperado hasta que has llegado a cubierto. allí en la cumbre abriendo perspectiva, tus ojos dominan un horizonte que hace que te sientas de pronto transportada a los países bajos, dentro del cuadro de la rendición de breda. el yelmo sigue ahí, tal cual quedó cuando cedí cuerdas y grigri a esos compadres de cordada tiempo ha. las enormes y caprichosas esculturas de granito, los grandes pájaros sobrevolandote. mientras, no puedes evitar meter mano a la roca, abriéndose paso en tus tuétanos su fría fuerza, llegando a tí su energía. ahora hay mucho más aficionado y habría que encontrar nuevas y ocultas vías, pero algo me dice que por fin estoy en racha. poco a poco voy encontrando mi rumbo, el viento sopla a mi favor y mi caos va tomando forma. brindo por y con elTranco, para que sigamos encontrándonos sin buscarnos. sin deudas ni deberes. estoy de acuerdo, la lealtad se otorga.

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