sábado, 13 de noviembre de 2010

de caracolas y más

..y tirando tirando del cordel, la red de redes me lleva a coincidencias, carambolas, y curiosidades curiosas como ésta:

"La espiral

Estudios morfológicos y matemáticos revelan que la estructura de las caracolas —como la Argonauta argos, emblema de esta exposición— corresponde a lo que, en geometría, se llama espirales logarítmicas. Diferentes a las espirales «de Arquímedes», que se expanden a un ritmo igual, las logarítmicas se caracterizan por aumentar su radio siguiendo las proporciones de la sección áurea determinada por el número pi. La morfología interior de las caracolas descubre una espiral que, naciendo de un punto infinitesimal, se replica a sí misma, a la vez que crece en anillos que se alargan progresivamente formando la llamada spira mirabilis, o espiral equiangular.

Parece que la naturaleza sintiera predilección por estas espirales logarítmicas. Desde las caracolas a los girasoles, desde los remolinos hasta los huracanes o las inmensas galaxias en espiral. La hélice logarítmica es una constante del orden natural. Aparece en todos los tamaños, en forma de minúsculos fósiles u organismos unicelulares conocidos como foraminíferas. La cóclea del oído interno humano es una espiral logarítmica. La encontramos, incluso, en el trazado del vuelo del halcón peregrino, una de las aves más veloces de la tierra, cuando ataca a sus presas.

Simétrico a su frecuencia en la naturaleza, la espiral aparece cargada de significaciones simbólicas en todas las culturas. Sugiere la evolución de un estado. Representa los ritmos nunca iguales, pero repetidos, de la vida. En la tradición hindú la caracola encarna el origen de la existencia. Cuando soplamos en la caracola esta produce un sonido considerado primordial: el «om» o «aum». Para los aztecas el caracol marino simbolizaba a Texiztecatl, dios lunar del parto. La concha es símbolo de erotismo, fertilidad y mujer en muchos sitios y desde tiempos remotos, como en el mito del nacimiento de Venus (de allí la representación famosa de Botticelli). En cuanto símbolo genésico, la caracola es doblemente potente, ya que en su interior encierra el sonido del mar, y el mar, como la matriz femenina que la concha representa, los orígenes de la vida.

Tan familiarizados estamos con estos significados de fecundidad y vida en la caracola que, a veces, olvidamos su obvia connotación de muerte. La caracola es el esqueleto (el exoesqueleto) de un molusco. Lo que recogemos en la arena de la playa es el caparazón dejado por un animal muerto. Su hueco, su vacío. Esta doble significación, de vida y muerte, pertenece a la esencia de la espiral que puede recorrerse hacia fuera o hacia dentro, desde o hacia un origen que viene a ser término.

..aquí hay más -también está la fuente, claro!

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