sábado, 17 de abril de 2010

mon@logo

te miro y te escruto.
y tu gesto leve no pasa desapercibido; ese suave y ligero movimiento con el que tu ceja izquierda -o es la derecha?- subraya esa frase; ese pequeño músculo vecino de la comisura de tus labios que tiembla levemente. tus ojos brillan acompañando el movimiento circular de tus manos. tus uñas recortan el aire que envuelve tu silueta, y juegan tus dedos con las piezas del tablero.
y yo te miro desde abajo, tímida y pequeña espectadora de tan gran despliegue.
y las frases de tu texto se suceden, largas y pobladas de nombres de otra lengua. y te veo tan distinta, tan artista llena de matices, tan grande dentro de los brillos que dibujan tu relieve.
me siento a propósito en una tercera fila despoblada, desvencijada; y me pongo las gafas y me quito el sombrero una y mil veces ante tanto talento.
..la tarde llena de sol entre nubes, que más adelante descargan su tormenta. ansiada y esperada.
y me quedo pausada. reflexiono sobre las hembras que pueblan mi manada; mano recia en guante de seda.

1 comentario:

La Rucia dijo...

En un primer momento no te localicé; te adiviné al rato, en esa tercera fila despoblada, y percibí tus seis sentidos desplegados y me sentí arropada; ocurrió lo mismo hace ahora tres años... Las mismas pausas... la misma energía...Cada día me gusta más mi manada.