al final no voy a galileo; hago pellas por una buena causa, y a cambio, llegaré a la eoi o'clock p'a luego escaparme al matadero, nos espera de nuevo algo nuevo.
antes de salir de casa corriendo a todo correr, me detiene el sonido del fijo. no lo cojería, pero quizá sea ant. que, capado para emitir desde su móvil, me cambie las coordenadas. no. no es nadie conocido. una voz desgastada por las horas y las hileras de palabras desgranadas a lo largo de una monótona jornada me saluda así: "hola, buenas tardes. le llamo de la empresa .. de estudios de mercado. estaríamos buscando hombres de entre 16 y 35 años" antes de que prosiga, escapa la respuesta: "lo siento. no nos quedan". sonrío mientras pienso que si abrieran un poco el arco, hubiera podido remitir al menos a 3 personas que de una manera u otra habitan nicasia. sonrío mientras pienso la cantidad de chascarrillos que a causa de dicha entrada habrá tenido que escuchar el pobre asalariado. y de nuevo galopo hacia los siguientes destinos subida a mis zapas de mongui. las cuestas a dos ruedas se hacen más livianas, pero decido caminar pisando nubes.
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